Juan Gelmán, Premio Cervantes 2008
Lo reconozco. Hasta ayer mismo no había oído una sola palabra del tal Juan Gelmán. Ni idea. Reconozco mi ignorancia. Cuano leí los candidatos al premio, mis ojos se abrieron y susurré: Mario Benedetti. Uno de mis dioses particulares (los que me conoceis sabeis que tengo mi propia pléyade mitológica: Kubrick, Kundera, Laughton, Stoppard, Nigel Williams, Pérez-Reverte,... y también claro Ronaldinho y Messi!)
Dios, Mario Benedetti. Mi compañero en aquel viaje iniciático con mi padre a los 13 años. Todas aquellas palabras dedicadas. Tantos y tantos poemas: "Táctica y estrategia", "Los formales y el frío" y sobre todo "Asunción de ti", con aquel final que tanto me marcó:
"(...) Puedes querer el alba cuando ames.
Debes venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú,
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros.
Aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí."
Y ahora, a mis 40 años, soy feliz de que mi amigo Mario no haya ganado. Aunque sólo sea porque ahora, con otra perspectiva de la vida, creo haber encontrado un nuevo amigo llamado Juan Gelmán. Leyendo el artículo fabuloso de Juan Cruz (http://www.elpais.com/articulo/cultura/Padre/entonces/elpepucul/20071130elpepicul_4/Tes)
he descubierto atisbos de lo que ha podido ser la vida de este hombre. Y me ha llegado al alma su historia personal, familiar, y de cómo perdió a su hijo, su nuera y su nieta por esos mierdas de salvapatrias que tanto abundan en todos los rincones de este mundo podrido ("¿Qué mundo vais a heredar, hijos míos?", le decía ayer a Natalita, y ella, muchísimo más inteligente que yo a sus 7 años, me respondía: "Papá, son todos unos gamberros". Gamberros. La palabra más dura que he oído de sus labios en toda su vida.).
Amigo Juan, como padre, y como humilde lector desde hoy mismo, te quiero brindar este sencillo homenaje copiando estos versos que tanto me han impactado, tan llenos de pérdida, pero también de amor:
"Así que has vuelto
como si hubiera pasado nada
como si el campo de concentración no
como si hace 23 años
que no escucho tu voz ni te veo
han vuelto el oso verde tú
sobre todo larguísimo y yo
padre de entonces
hemos vuelto a tu hijar incesante
en estos hierros que nunca terminan
¿Ya nunca cesarán?
ya nunca cesarás de cesar
vuelves y vuelves
y te tengo que explicar que estás muerto".
Gracias Juan, y enhorabuena.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home